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Mostrando las entradas de marzo, 2017

Máquinas Salvajes VIII

VIII Llegado este punto el lector podría reprocharle al autor sobre la validez de analizar las figuras quasi-enteramente literarias (siempre quasi) del vampiro y del zombi como maquinas salvajes, o siquiera su utilidad en el análisis del viejo engranaje del miedo de la maquina humana. Podrá no ser tan evidente, pero ¿no son acaso estos tropos , estos personajes, sus ideas y el lenguaje que se usa para articularlos maquinas en sí mismas? ¿No son, como líneas de código, formas de la maquina humana de expresarse, con reglas internas y sistemas enteros de sentidos en constante tención? ¿Cómo engranajes? Si la lengua es una cosa viva, que evoluciona y se adapta, deberá permitírsele al autor hacerle extensivo el concepto que manejamos de “máquina salvaje”. Los engranajes siempre móviles de la máquina del lenguaje, sin temor a la tautología, se lo permiten. La insistente utilización de la etimología como motor de escritura no es un capricho. Pero el autor es de constitución pacífica; par

Máquinas Salvajes VII

VII El modelo del cerebro “triúnico” propone, para explicar su evolución, una división del cerebro en tres partes interdependientes, cada una con su propio tipo de inteligencia especializada en el control de ciertos comportamientos. El mal llamado “cerebro reptiliano” es una de estas divisiones (junto con el sistema límbico, o “cerebro paleomamífero” y el neocórtex), e incluye el tronco encefálico y el cerebelo, encargados, en primera instancia, del control de los músculos, el equilibrio y las funciones autonómicas (latir del corazón, respiración). Y, según el neurocientífico Paul D. MacLean, propulsor del modelo, encargados también de los comportamientos más básicos para la supervivencia: agresividad, dominancia, ritos de cortejo, territorialidad. MacLean encuentra, a través de la neuroanatomía comparativa, que la capa más primitiva o baja del cerebro humano tiene un análogo en la estructura del cerebro de los reptiles, en la que prima, y de allí le da su nombre. Si bien numero