A fines de 2013:
Las
cuatro clases públicas
del
gigante y acético
“león”
Piglia
sobre
la memoria y biblioteca
borgianas,
fueron
otro triunfante destello
de
argenta cultura
sobre
el olvido.
En el
escrutinio ciclópeo,
de
ceja asertiva
se
desnudó el enigma
de
aquel niño de Palermo
que
entre Buenos Aires
y
Ginebra,
fue
laberinto,
bastón,
y
ceguera:
un
suspiro entre los dos desiertos
de
un reloj de arena.
A fines de 2013:
Las
cuatro clases públicas
del
gigante y acético
“león”
Piglia
sobre
la memoria y biblioteca
borgianas,
fueron
otro triunfante destello
de
argenta cultura
sobre
el olvido.
En el
escrutinio ciclópeo,
de
ceja asertiva
se
desnudó el enigma
de
aquel niño de Palermo
que
entre Buenos Aires
y
Ginebra,
fue
laberinto,
bastón,
y
ceguera:
un
suspiro entre los dos desiertos
de
un reloj de arena.
Comentarios
Publicar un comentario