VII El modelo del cerebro “triúnico” propone, para explicar su evolución, una división del cerebro en tres partes interdependientes, cada una con su propio tipo de inteligencia especializada en el control de ciertos comportamientos. El mal llamado “cerebro reptiliano” es una de estas divisiones (junto con el sistema límbico, o “cerebro paleomamífero” y el neocórtex), e incluye el tronco encefálico y el cerebelo, encargados, en primera instancia, del control de los músculos, el equilibrio y las funciones autonómicas (latir del corazón, respiración). Y, según el neurocientífico Paul D. MacLean, propulsor del modelo, encargados también de los comportamientos más básicos para la supervivencia: agresividad, dominancia, ritos de cortejo, territorialidad. MacLean encuentra, a través de la neuroanatomía comparativa, que la capa más primitiva o baja del cerebro humano tiene un análogo en la estructura del cerebro de los reptiles, en la que prima, y de allí le da su nombre. Si bien numero...
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