Subieron la bandera apenas la campana del castillo dejó de sonar. Los Wings tomaron posiciones y los Settlers movieron a resguardo a la agitada población. Corría el año mil quinientos veintiuno [1] y el muro estaba lejos de estar terminado. Mientras los Wings cargaban los mosquetes intentando mantener la calma el general Wing y el mayor Settler se reunían a minutos de a costa, en las almenas del castillo de Beast, cuyas campanas acababan de sonar por las playas de la Bretaña francesa. Una nueva oleada de espectros chocaba contra el Skywall, mucho antes de lo que habían previsto. Corría el rumor de que la parte del muro de Portugal había cedido y de que los castellanos no tardarían en caer, engrosando las filas infernales hacia los pirineos y el mediterráneo. Los mayores Settlers de aquella región, algunos de los más experimentados, habían enviado por ayuda al norte, y ninguno de los mensajeros que habían mandado con respuestas había regresado. Entre los caídos estaban los dos h...