Ir al contenido principal

Los vasos

Solo tres de la media docena de vasos de whisky han escapado al polvo, y dos de ellos han sido utilizados no hace demasiado. Uno de los dos tiene marcado medio beso de mujer, y su huida apresurada fuera del modular, desde el fondo del estante, ha dejado desgarrada la superficie polvorienta. El otro reluce a pesar de las manchas de agua. Pareciera que lo han refregado a más no poder.
La base de los vasos es gruesa y circular, del tamaño ideal para sostenerse cómodamente en la mano y a la vez mantener el frío de la bebida. Aun así su falta de altura hace que en ocasiones alguna gota alcance la libertad. Vasos diseñados para beber sin apuro, solo los decora una línea plateada apenas por sobre la base, que debiera marcar la altura de una medida, y que ha sido transgredida demasiadas veces. En tales ocasiones, como el hielo al whisky, quien quisiera enfriarse sería el bebedor.  

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Rave

To Dylan Thomas, the bluffer.   Go drunk into that dark night. Rave, rave with your self’s shadow, dance. Dance to electric, acid drums. Go drunk into that dark night alight by fluorescent wristbands. Rave against living, against dawn.   Lay bare, under a dark sky, what we all are. Go to the bathroom stalls, past the raving crowd, break in line and start a fist fight. Get drunk and  scarred, animal. Smile, neon bloodied, at oblivion. Rave against all lights unflickering, against all unbroken bones, against those who dance and those who don’t: be an asshole. And dance, dance electric seraph, dance, dance to acid drums.

Máquinas Salvajes VI

VI Leopardos, serpientes y halcones han sido los principales depredadores de primates durante millones de años, remontándose a los primeros mamíferos placentarios. Antes de que el hombre fuera tal, es decir, su propio depredador, este existía en un estado de guerra absoluta y exclusiva contra esa elite condenada.    Algunos antropólogos proponen que esta guerra de millones de años ha dado origen a cierto ideograma, reconocible universalmente en su cualidad de síntesis de esos miedos primordiales: el dragón. Este vendría a ser la unión de las cualidades más terribles de esas tres encarnaciones: las fauces del leopardo, el cuerpo alargado y escamado de la serpiente, y el vuelo veloz del halcón. Cita 3: The fall from Eden seems to be an appropriate metaphor for some of the major biological events in recent human evolution. This may account for its popularity.   It is not so remarkable as to require us to believe in a kind of biological memory of ancient historical...

33

  To young Mark. Always with one hand ocuppied.   Children of thirty two try to tell me what is a good cigar and what isn’t. Me, who never learned to smoke, but always smoked; me, who came into the world asking for a light.   Me, who when asked by a waitress about the kind of beer I would prefer, sweet, sour, toasted or fruity, always respond: cold.   Me, who began going out when I was seven. Me, that have lived four hundred and fifty six weekends without throwing up once.   Me, who stole my parent’s condoms right after my last brother was conceived. Me, who came from the uterus dancing and when the nurses left the room, lighted a ciggy.