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Millennial 29 (Hdytto)

La cabeza de Hdytto explota en millones de diminutos fragmentos: la visión de Dédalo fue demasiado para su conexión defectuosa. Una burbuja de aire caliente sube rápidamente a la superficie del mar (si es que tal superficie existe). La manguera asesina da un latigazo, pero luego serpentea delicadamente, hasta volver a quedar en posición de reposo. El cuerpo flota en la posición que mantenía desde que abrió los ojos, con la salvedad del arco de la espalda ligeramente inclinado hacia adelante. El interior del casco, que se ha abierto como un huevo, está completamente vacío.
Antes de que la manguera vuelva a la inmovilidad, y mucho antes de que los Otros planten otro Panóptico a través de ella, cuatro ojos se abren con ideas nuevas. Dos Panópticos siameses resultan ser los más compatibles con la anterior predilección programática de Hdytto: W.I.T.S. (What is this shit?) el viejo, y C.I.S.T.O.F. (Can I set this on fire?) el joven. El primero odia al segundo porque ha vivido más que él, y el segundo odia al primero porque este no ha vivido lo que él. Algunas ficciones migran, otras se pierden para siempre. Dos proyectores cinematográficos se entrelazan en el fondo del mar. 

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  To young Mark. Always with one hand ocuppied.   Children of thirty two try to tell me what is a good cigar and what isn’t. Me, who never learned to smoke, but always smoked; me, who came into the world asking for a light.   Me, who when asked by a waitress about the kind of beer I would prefer, sweet, sour, toasted or fruity, always respond: cold.   Me, who began going out when I was seven. Me, that have lived four hundred and fifty six weekends without throwing up once.   Me, who stole my parent’s condoms right after my last brother was conceived. Me, who came from the uterus dancing and when the nurses left the room, lighted a ciggy.

Millennial 15 (La niña lunar)

Una niña patina en la superficie de la luna. La baja gravedad la hace parecer mayor de lo que es. Sus patines emiten una luz violácea que corta la gris superficie lunar (aún más gris que la cinta magnética sobre la que se desliza). Sobre ella un domo de cristal la aísla de la noche perpetua. Tiene la impresión de que la constelación Ofiuco la sigue. Se mueve lo suficientemente rápido como para dejar una delgada estela de polvo lunar a su paso, de la que cubre sus ojos con anteojos de aviador. Su “ comet tail ” se interrumpe cuando entra a uno de los túneles que conectan subterráneamente los domos. Los destellos violetas parpadean con cada fugaz contacto de sus patines contra la cinta. Gana velocidad y sale disparada del otro lado, elevándose unos centímetros por sobre el suelo para luego reacomodarse con ambos pies. En sus oídos suenan toda clase de pitidos electrónicos, salidos de un auricular con forma de caracol que cubre toda su oreja derecha. El hacinamiento del aire del domo...

Máquinas Salvajes VI

VI Leopardos, serpientes y halcones han sido los principales depredadores de primates durante millones de años, remontándose a los primeros mamíferos placentarios. Antes de que el hombre fuera tal, es decir, su propio depredador, este existía en un estado de guerra absoluta y exclusiva contra esa elite condenada.    Algunos antropólogos proponen que esta guerra de millones de años ha dado origen a cierto ideograma, reconocible universalmente en su cualidad de síntesis de esos miedos primordiales: el dragón. Este vendría a ser la unión de las cualidades más terribles de esas tres encarnaciones: las fauces del leopardo, el cuerpo alargado y escamado de la serpiente, y el vuelo veloz del halcón. Cita 3: The fall from Eden seems to be an appropriate metaphor for some of the major biological events in recent human evolution. This may account for its popularity.   It is not so remarkable as to require us to believe in a kind of biological memory of ancient historical...