Sentado en un sillón doble frente a un
televisor un hombre que no debe pasar los cuarenta se desabrocha el cinturón y
tira la corbata que hace segundos tenía puesta sobre la mesa ratona a sus pies.
La mesa esta tan atiborrada de cosas que el bollo de la corbata resbala y cae
al piso. El hombre la mira unos segundos. Se levanta, la agarra, y la tira
sobre el sillón vacío a un costado del en el que él se sienta. Luego tira sobre
ella su camisa blanca. Se vuelve a sentar y se inclina sobre un costado del
sillón para agarrar la bolsa con la comida que compró a la salida del trabajo.
Saca el paquete de la bolsa plástica y un sándwich de lomo completo del
paquete. Se le hacen agua los ojos. Entonces se da cuenta de que no agarró las
servilletas. Le pega la mordida más grande de la que es capaz al sándwich y
busca algo en la mesa ratona. Apoya el lomo sobre una serie de papeles llenos
de nombres y números y sale al trote (todavía masticando) hacia la cocina, que
queda detrás de él. Toma algunas servilletas de arriba del microondas, y cuando
está por emprender la carrera de regreso se detiene en seco. After a brief eureka moment abre la
heladera y saca una latita de cerveza escondida en el fondo. Se sienta,
rápidamente abre la cerveza y le da un largo trago, toma el control remoto de
la tv metido entre los almohadones
del sillón, la enciende. Irá alternando entre el sándwich y la cerveza con la
derecha mientras mantiene el control en su izquierda para poder cambiar de
canal.
Lo primero que ve es una vista desde la
altura de la ciudad en la que se encuentra. Es el canal meteorológico. Lloverá
todo el fin de semana. Casi no hay gente en la calle, pero todas las casas y
edificios están iluminados. Todos. Los autos de alta gama son cada vez más
feos. Cambia de canal.
Resultados del último partido de unos equipos
futbolísticos españoles que nunca había escuchado nombrar. Aparentemente se
lesionó un arquero al atajar un bombazo de un delantero. Y los comentaristas no
escatiman en resaltar “bombazo”. Cambia de canal.
Una novela sobre dos hermanos curas que se
enamoran de la misma monja. La monja los duplica en edad, aunque tiene buenas
piernas. Se le hace que las sotanas no son tan cortas. Cinco de la tarde, todas
las tardes por canal… Cambia de canal.
Otra novela, esta vez sobre gente rica que se
enamora de gente pobre, o bise versa. Él es el terrateniente de una inmensa
plantación de tabaco, y ella una humilde profesora de jardín de infantes. Ambos
se esmeran en ir a caballo a todos lados a pesar de vivir en pleno siglo XXI.
Cambia de canal.
Un programa sobre manualidades y recetas super
fáciles para cocinar con tus hijos. Cambia de canal.
Una pequeña orquesta toca milonga en un
festival. El pueblo queda ridículamente lejos. Todos tienen bigote, hasta la
mujer que baila con un mocito en el medio del escenario… Podría jurar que uno de
los del fondo se quedó dormido. Probablemente el totin. Cambia de canal.
Una película de acción vieja. Todo explota,
todo el mundo está aceitado y todo el mundo sabe pilotear aviones de combate.
Cambia de canal.
Una película de ciencia ficción vieja. Todo
explota, todo el mundo es secretamente un alienígena y el universo gira en
torno al Planeta Tierra. Reconoce a Eva Sageinstein y se le viene la
adolescencia encima. Cambia de canal.
Programa polideportivo que se dedica durante
media hora, dos veces por semana, a alabar al legendario jugador de bochas
local. Cambia de canal.
Noticiero. Lloverá todo el fin de semana.
Tres asaltos a la misma pollería en setentaidós horas. El dueño cree que la
idea de los ladrones era robar las pollerías de la zona, pero se confundieron y
robaron tres veces la misma. Cambia de canal.
Un dibujo animado sobre un niño mono que
puede volar sobre una nube y es inmune al fuego. Cambia de canal.
Tráiler de una película que tanta gente fue a
ver al cine que ahora puede permitirse la putrefacción en la pantalla chica.
Cambia de canal.
Un programa que debate la información del
anterior programa sobre el resultado del partido de los equipos españoles. Y
mantiene la posición opuesta, llamando al delantero “asesino”. Cambia de canal.
Una propaganda sobre un coso.
Canal agropecuario. El virus del pollo loco
esta diezmando la población aviar de la zona. Se espera una importante suba en
el precio del pollo y productos asociados. No se olvide de sintonizar el
próximo viernes para… Cambia de canal.
Un programa de cocina en el que el chef es
asiático. Cambia de Canal.
Un programa de cocina en el que el chef es
italiano y viaja por el mundo probando comidas exóticas y puntuándolas en su escala
de “Paninis”… Tremendo pelotudo. Cambia de canal.
Un reality
show sobre mujeres rubias que tienen trillizos. Cambia de canal.
Una
película de Chaplin, The Great Dictator, de 1940, y ese discurso: “Soldiers! don’t give yourselves to brutes, men who despise you, enslave you, who
regiment your lives, tell you what to do, what to think and what to feel!” Le cuesta bajar el sandwich. “Don’t give yourselves to these unnatural men, machine men with machine
minds and machine hearts! You are not machines! You are not cattle! You are
men!” Cambia de canal.
Canal sobre filosofía y literatura… en el que están
haciendo un especial sobre Paulo Coe... Cambia de canal.
Una propaganda sobre una cuchara-cuchillo.
Cambia de canal.
Una película infantil en 3D sobre un avión que habla y al que le dan cosquillas llevar
pasajeros. Su mamá es un helicóptero y su papá un globo aerostático con bigote.
Cambia de canal.
Canal evangélico en el que un predicador brasileño
asegura vender un aceite que… Cambia de canal.
Una serie basada en la Guerra de las Dos Rosas en
la que todo el mundo le teme a un gigante y sus dragones de oro. Cambia de
canal.
Canal de automovilismo en el que pasan una carrera
de fórmula uno patrocinada mayoritariamente por una empresa que se dedica a los
desodorantes para mujer. Cambia de
canal.
Un programa de música del tipo que decide cual va a
ser la “canción del verano”. Luces, flores, y muchos colores. Parece que esta
vez la banda femenina “Las cutículas” la rompieron. Cambia de canal.
Un show de baile sobre brazas en el medio del
Caribe. Cambia.
Otro noticiero que repite lo que decía el anterior
e informa que parece que los ladrones tuvieron un enfrentamiento entre ellos al
momento del robo, basado en la información que pudo adquirir el forense de la
escena del crimen. Cambia.
Un campeonato de interpretación de sueños. Todo el
mundo parece soñar con perros negros, escaleras y aviones que hablan. Cambia.
Canal dedicado a la transmisión continúa de
viejos partidos de ajedrez en los que el hombre pierde contra la máquina.
Una película sobre dos amigos que descubren una
ciudad que no existe en una enciclopedia. Ya la vio. Vive en esa ciudad.
Cambia.
Un canal con barras de colores, en el que se
lee únicamente: “No signal.”
Una película sobre dos amigos que descubren una
ciudad que no existe, uh, ese canal esta repetido. Cambia.
¡El controversial show “Hámsters con
navajas”, en el que un grupo de hámsters pelean a muerte por la GLORIA!... No
es lo mismo desde que se retiró Mefistófeles. Cambia.
Un programa cómico en el que todos los
participantes deben contar sus chistes imitando a algún presidente. Cambia.
El legendario unplugged
de Nirvana. Cuando todavía estaba
Dave… Cambia.
Un programa de chismes en el que un panel
expone los nuevos detalles de la turbulenta relación entre dos celebridades que
nadie recuerda. Cambia.
Programa de moda dirigido por una adolescente
que no cesa de repetir que el rosa es el nuevo negro. Seguido por una
propaganda de pañales. Cambia.
Película de terror con personajes que carecen
de cualquier tipo de complejidad psicológica, y que siempre están lo
suficientemente alejados de la civilización como para sus celulares no tengan
señal. Cambia.
Tercer novela. María Magdalena se entera de
que su ex pareja, Santiago Bartolomé, es medio hermano de Juan Mateo, su actual
pareja. Siglo XXI. Cambia.
Un grupo de aborígenes danzan alrededor de un
fuego cantando el nombre del actual presidente. Cambia.
Programa sobre ciencia y tecnología que por
alguna razón pensó que era buena idea hacer tres temporadas de una serie sobre
los desechos que dejaron en la Luna los astronautas del primer alunizaje.
Programa sobre las ciencias y la historia que
se dignó a responder al otro programa negando rotundamente la veracidad de los
dos alunizajes.
Propaganda sobre esas cositas que se ponen
las mujeres en el pelo.
Propaganda de una película de acción sobre como
diez mil espartanos masacraron a trecientos persas.
Programa cómico de sketches en el que un humorista disfrazado de ex presidente parodia
el discurso de los comentaristas de futbol transponiéndolo al político. Cambia.
Boletín informativo que señala que se ha capturado
a uno de los ladrones al tener este que hospitalizarse de emergencia por las
heridas causadas por otro de ellos. ¿Realmente no habrá nada más importante que
informar? A esta altura ya le parece fortuito. Cambia.
Un canal especializado en numismática. Cambia.
Un programa sobre vida salvaje centrado en la poderosa
embestida del majestuoso rinoceronte enano. Cambia.
Dibujo animado sobre las aventuras de un
adolescente genio loco y su pobre abuelo.
Un concierto entero del famoso rapero G.U.N. Dalf, acompañado por The Who’ Beats. Un clásico. Cambia.
¡Finalmente un canal se digna a pasar una
repetición del partido de los españoles!... Pero no reconoce a nadie. Cambia.
Un dibujito animado en el que la perrita
Lupita ayuda a su dueño a cuidar a los diferentes perros que se van cruzando en
sus aventuras. Ese les encanta a sus sobrinos. Cambia.
Canal en un idioma incomprensible que parece
enfocarse en el desfile de esculturas móviles hechas de flores. Cambia.
Propaganda en un canal infantil de los nuevos
muñecos articulados del rey mono. Ahora con un montón de funciones que no
parecen nada seguras como para ser manejadas por infantes. Aunque sean mayores
de tres años. Cambia.
Canal de pesca que exalta las virtudes de pescar
con pólvora.
Versión “Plus”
del canal de chismes anterior con entrevistas y videos exclusivos de las
estrellas más relevantes de la farándula actual como si les quedaran boludeces
para decir. Cambia.
No tiene idea de que trata el canal en el que va a
parar pero se detiene en él porque reconoce a una de las dos personas, pero no
puede quite grasp his name. Dos
hombres (uno de la misma edad que él) charlan en sillas enfrentadas con varias
bibliotecas de fondo. Lo conoce de algún lado, esa cara le suena…se remacha la
cabeza, y al verlo prenderse un cigarrillo el esfuerzo da frutos: ¡Es El Gabo!
¡Gabo Novalis! ¡Fueron muy amigos en la secundaria! No puede creer lo cambiado
que está. Y pensar que cuando eran chicos le dejaba copiarse en química. Con
esa barba y ese traje parece otra persona, y probablemente lo es. El y el
entrevistador hablan muy elocuentemente. Le sube el volumen, agarra la latita
de cerveza y el envoltorio del sándwich de lomo y corre a la cocina a poner el
agua para un café:
- Y ya que estamos en el tema de tus viajes por el
sur americano: ¿en qué momento te surgió esta idea de la “pertenencia”, que al
fin y al cabo desembocaría en tu última novela?
- Tengo la fortuna de conservar un muy buen mapa mental
del momento Joaquín.
- ¿No harías el honor de rememorarla para los
televidentes?
- Por supuesto. En ese momento estaba recorriendo
el lado este de la Argentina. Justo en esa época dulce de otoño en que hace
apenas más frío que el necesario…Ahora que lo pienso soy doblemente afortunado,
porque nunca pude señalar, una vez pasada la experiencia, el lugar específico
en el que se hallaba el campo contra el que pasé la noche.
- ¡Menuda paradoja!
- Realmente. Pero de alguna forma me alegra, porque
implica que no puedo volver, y la experiencia es por ello mismo mucho más hermosa.
Volviendo al relato: fue de camino hacia el sur que me vi obligado a hacer
noche al costado de la ruta. No me pasó muchas veces, y era menos que idóneo,
pero afortunadamente no tardé mucho en encontrar un llano lo suficientemente
abierto como para permitirme ubicar mi vehículo con comodidad, y a una
distancia prudencial de la ruta. Ya al estacionar adivinaba la silueta
de un hombre bajito entre los postes del alambrado. No podía distinguir con facilidad
si las tablas lo superan en altura por cuenta propia o porque se hallan
apostadas en terreno más elevado (he allí una muestra de mi cansancio), pero
cualquiera fuere el caso, la distancia volvía al hombre diminuto. El ocaso lo encontraba
yendo y viniendo desde lo que parecían, en la penumbra lejana, y si mal no
recuerdo: un aljibe, una huerta y un tinglado.
Desde
mi auto estacionado al margen de su campo mis ojos pronto se acostumbraron a
sus pequeños gestos, como rascarse la cabeza al pasar junto al ciruelo, e
incluso me habían permitido apreciar la robustez de su órgano nasal, y el
espacio que deja entre sus piernas su andar irregular. Tenía toda la noche para
seguirlo, enroscado en mi frazada térmica y estiradas las piernas en el asiento
del acompañante, pero no pasaban las diez de la noche cuando vi apagarse la
última luz artificial, para lo que sin duda sería un sueño que amaneciera con
las primeras luces naturales.
Me
quede solo entonces con la silueta bidimensional de un desconocido y mis propios
pensamientos. Se me ocurrió pensar en el por qué ese hombre está allí, y me
detuve en ello aún más que en los cómo o los cuándo. No mucho después vi el
calor de mi respiración empañar lentamente las ventanas y me sorprendí habiendo
naufragado. Claramente el hombrecito estaba allí por necesidad, puesto que no
se me ocurría otra excusa por la que no hubiese emigrado aun a la ciudad (tan
aislado estaba ese campito). Algunas de las respuestas tentativas a las que me
llevó la contemplación del ciruelo fueron: la necesidad de mantener a esposa e
hijos (que bien podrían estar visitando a una tía en aquella misma ciudad,
pensé en ese momento) o a una madre envejecida, que por el frío otoñal hubiese
escapado a mi mirada.
La
idea de una madre envejecida me arrastró a la incomodidad de los cuándo.
¿Cuándo tomó posesión del campo su familia? Me imaginé a tal familia (incluidos
esposa e hijos) bajos de estatura y de piel oscura como la tierra, los varones
con el mismo imponente naso, y las mujeres, bastante aleatoriamente, con
delanteras casi igual de llamativas. Justo cuando empezó a molestarme mi
transpiración me vino a la cabeza una idea algo radical que había leído en
algún lado: la idea de que la personalidad de la tierra se transfiere a la
raza.
Tras
mirarme la nariz en el retrovisor me imagine al hombrecito como la última de
una serie de ciruelas que compartieran aquel tronco común, luchando tercamente
contra la helada nocturna. Me lo imagine, sí, como una ciruela individual, pero
que fuera en esencia exactamente igual a las otras. De tal forma yo podría
determinar si me gustaban más las naranjas que las ciruelas (que no es el caso)
pero eso no haría más sabrosas las unas o las otras. La tierra, siguiendo
alguna excéntrica forma de transmigración pitagórica, determinaría, en todo
caso, cualidades como el dulzor de cada fruto, su resistencia al frío, o su aptitud
para lactar.
-
Es claro entonces que la relación de la tierra con el seno materno como leitmotiv, que tantas veces retoma en su
obra, tuvo su génesis allí.
-
Indudablemente. Aun así me temo que mi primer acercamiento fue excesivamente
naturalista. Con algo de suerte aquella figura bidimensional del hombrecito
recortado contra el horizonte terminaría teniendo la profundidad que, creo, se
merecía.
Desistí
pronto de figurarme las delicadas variaciones posibles de ciruelos plantados en
distintos puntos del globo y requerí saborear el aura lunar. Al bajar apenas la
ventanilla recuerdo que me llegó la percepción de cierta profundidad, viendo
ese segundo horizonte cristalino flotar sobre el real. Se me ocurrió que las
sucesivas narraciones que tomaran a aquel desconocido e intentaran darle un
origen y un destino engrosarían con cada una de sus hojas (como los sucesivos
anillos de corteza del naranjo) su perfil en apariencia desgarbado. Renarrar
una historia contribuiría entonces a la supervivencia de sus detalles, aunque
estos fueran imaginados. Por ello, cerca del amanecer, pude percibir a aquel
hombre como me percibía a mí mismo, real, elevado por la historia y profundo en
detalles, con la salvedad tan solo de que yo había escapado, y él permanecido.
Por ello mismo, tras caer mis ojos en otro tipo de naufragio, bostece las
especulaciones nocturnas.
Al
despertar me desperecé contra el techo y me apresuré a combatir el frío de la
ventanilla olvidada con la calefacción del auto. El motor resopló aletargado y
la vibración me hizo consiente de la plenitud de mi vejiga. - El entrevistador
ríe. - Lo último que viera de aquel campo serían aquellas protuberantes
mamarias que había imaginado en la esposa del estanciero, pero en un cuerpo tan
incorrecto como el de su madre - Tampoco había cambiado tanto -, mientras se me
acercaba con un puño en alto, claramente enfurecida por descubrirme orinando el
cercado.
-
¿Enfurecida? ¿Y qué hiso entonces?
-
Huí nuevamente, ya completamente despabilado, en la curva próxima que daba la
ruta. Y a la distancia, y con la perspectiva presente, el único recuerdo que
quedó de mi noche allí fueron las cascaras de una naranja comida a las apuradas...
-
Para nuestros televidentes que recién nos sintonizan Gabriel Novalis acaba de contarnos
sobre su primer contacto con las ideas que luego darían forma a su última
novela: “Entre los rulos de Ulises”, una de las cuales, sino sobre la que gira
la obra, es la necesidad humana de pertenecer, encarnada si no estoy equivocado
en la imagen de aquel ciruelo.
-
Exactamente.
-
Es una verdadera lástima que se nos haya acabado el tiempo. Novalis, un placer
tenerte con nosotros esta noche.
-
Un placer haber sido invitado.
-
Y queridos televidentes, no duden en consultar sus librerías amigas por la
disponibilidad de “Entre los rulos de Ulises”, que tiene bien ganado un lugar
en nuestras bibliotecas. Hasta la próxima.
La
taza de café vacía yace ahora sobre los papeles llenos de nombres y números,
dejándoles estampado un círculo color caramelo. Podría sentir envidia de que
Gabriel hubiese cumplido su sueño de ser escritor pero no es el caso. En su
lugar siente una especie de orgullo, del que se siente cuando uno está seguro
de que también ha dado lo máximo de sí mismo. Deja sonar unos instantes la
peculiar musiquita del final del programa mientras lo recuerda en su juventud,
y finalmente cambia de canal.
Programa
sobre naturaleza que le dedica una hora entera a los hábitos reproductivos del
dodo. Cambia.
Propaganda
sobre un complejo vitamínico que cura la gastroenteritis. El presentador, con
la remera puesta al revés, corre de un lado a otro con los ojos abiertos de par
en par. Cambia.
Canal de economía en el que se discute la
abrumadora caída del valor del dólar. Cambia.
¡Noticia de última hora! ¡Un hombre de campo se
entregó hace minutos a la policía porque cree haber asesinado a escopetazos a
un extraterrestre que irrumpió en su propiedad! The irony isn't lost on him…Cambia.
Concurso
de preguntas y respuestas. El presentador nunca tuvo un trabajo real en su
vida. Cambia.
Cuarta
novela: el hijo de un padre soltero se pierde en una plaza y ella lo encuentra.
Se volverán a ver en un aeropuerto. Cambia.
Película
doblada en el español de España sobre un “hechicero” de once años. Cambia.
Serie cómica sobre cinco amigos que comparten
algo. Cualquier cosa. Y que probablemente también viven juntos, o en el mismo
piso. Y el interés amoroso. Y las personalidades arquetípicas. Y los conflictos
laborales. Cambia.
Metadeth tocando en
vivo desde Japón. Cambia.
Canal de cocina en el que se explica cómo preparar
el más exquisito pan dulce casero y en el que el camarógrafo está mucho más
interesado en la retaguardia que en las manos de la cocinera.
Canal
de historia sobre como los aborígenes americanos repelieron las cuatro primeras
invasiones españolas. Nadie se esperaba que hubieran descubierto la pólvora por
separado. Cambia.
Dibujo animado sobre la amistad en el que un
adolescente captura pequeños monstruos y los hace pelear con los de otros
adolescentes por fama y dinero. Cambia.
Un pequeño noticiero local retransmite una
nota al estudiante de secundaria con el mejor promedio de ese año. El nombre le
suena. Cambia.
Película sobre un grupo de superhéroes en el que
siempre hay una sola mujer, algún tipo enorme, alguno super-inteligente, y
alguno que se toma todo demasiado en serio o demasiado en broma. Cambia.
Viejo programa de comedia que solo podría haber
divertido a generaciones anteriores. Cambia.
Un canal sobre gente y salud introduce a las
personas de su segmento: “Sobrevivieron para contarlo.” La increíble historia
de un
tipo al que le pegaron cuatro tiros, se levantó, y fue a comprar Fernet. Cambia.
Reality
show sobre veintitrés mujeres obligadas a vivir juntas
por un año a pesar de que se odian. La pasivo-agresividad se filtra por la
pantalla. Por alguna razón la mayoría son pelirrojas. Cambia.
Entrevista al renombrado ex carnicero Jorge “El Pacha”
Leberbush, que después de años de ejercer su profesión tuvo una revelación
causada por el virus del pollo loco, y ahora busca difundir su filosofía vegana
junto a sus fieles seguidores.
Programa de moda en italiano. Cambia.
Otro predicador sudamericano. Este vende su
bendición y ramitas de olivo. Cambia.
Quinta telenovela: ella se entera de que él le fue
infiel a través de un amigo en común que esta secretamente enamorado de ella.
Él se justifica explicando que la villana lo había emborrachado. Ella llora
desconsoladamente en su habitación porque sabe que ella también le fue infiel
en su momento. Cambia.
Programa polideportivo que se dedica durante
media hora, cuatro veces por semana, a alabar al legendario jugador de bochas
de un pueblo vecino. Cambia.
Programa de manualidades sobre el lustrado y
conservación de muebles de madera. Al presentador le faltan dos dedos en la
mano derecha. Cambia.
Documental sobre la vida y obra de H.G. Oesterheld
en celebración del Día de la Historieta.
Propaganda de los capítulos finales de la segunda
novela: deben escapar juntos de la villana. Ella lo convenció a él de quemar la
plantación de tabaco para que nada más lo atara a la villana, y porque era lo
moralmente correcto. En un arranque pasional la villana le dispara pero él se
interpone. Huyen a caballo. Cambia.
Vóley de playa. Los culos, si bien firmes, suben y
bajan, suben y bajan, suben y bajan. Una compañera se choca con otra y hay todo
tipo de roses. A una le entra arena en los ojos. Cambia.
Propaganda sobre una aplicación de celular que te
manda tu horóscopo todos los días… Cambia.
Programa
de música en el que pasan por millonésima vez el tema más conocido de una banda
que se disolvió hace más cuarenta años. Cambia.
¡Noticiero de media noche! ¡Otro de los
ladrones de la pollería ha ingresado en el hospital! Por lo que pudo averiguar
el reportero el malviviente habría discutido con el ya internado por estar
ambos involucrados en un triángulo amoroso con el tercero. Aún no hay más
información sobre el hombre que se entregó. Los hechos minuto a minuto en
canal… Cambia.
Programa de juegos de destreza física en el
que los participantes deben recorrer una pista de obstáculos hecha enteramente
de papel higiénico y gomitas elásticas.
Propaganda de una nueva pasta dental super
refrescante con gusto a culo. Efectividad en la disminución de la sensibilidad
mental comprobada científicamente. Mira la hora y
apaga el televisor.
Ochentainueve canales y realmente muy poco
para ver. Mejor se va a la computadora. Todavía no tiene sueño y por lo menos
ahí puede elegir lo que ve. Afuera empieza lentamente a llover.
De saber su nombre Wits hubiera sentido que
le hacía honor.
Comentarios
Publicar un comentario