Ir al contenido principal

El modular

El modular perteneció a un famoso pintor que en cierto momento de su vida no tuvo más remedio que vendérselo a un amigo. Este, en un gesto de piedad hacia un desafortunado, lo compro por el doble del precio que le solicitaron. Dicho pintor sería uno de los pocos que periódicamente visitaran esa habitación, dispuesto a compartir una sonrisa y a alzar un vaso para mojarse los labios, siempre con la mano izquierda.
De madera suave y clara, el modular es tan ancho que ocupa la mitad de la pared sobre la que esta apoyado. Sin demasiadas divisiones en pos de ser espacioso tiene, en la parte superior, tres estantes horizontales, cubiertos por dos puertitas de vidrio. La parte inferior la componen otras dos divisiones interiores, bajo las anteriores pero más reducidas y altas, y una serie de cuatro cajones a la derecha. No cuesta demasiado inferir, por el colorido que se transluce a través de las puertitas, que en sus intrincadas entrañas guarda toda clase de memorias. 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

33

  To young Mark. Always with one hand ocuppied.   Children of thirty two try to tell me what is a good cigar and what isn’t. Me, who never learned to smoke, but always smoked; me, who came into the world asking for a light.   Me, who when asked by a waitress about the kind of beer I would prefer, sweet, sour, toasted or fruity, always respond: cold.   Me, who began going out when I was seven. Me, that have lived four hundred and fifty six weekends without throwing up once.   Me, who stole my parent’s condoms right after my last brother was conceived. Me, who came from the uterus dancing and when the nurses left the room, lighted a ciggy.

Manuscript found in Lord Byron’s bookcase

                                                                                                                                                                                                                            To Percy, light upon his waterbed.     I’m the Scorpion King.   Beware, not the Camel King, nor, albeit my rattling ways, a snakish one.   My reign is a desolate wasteland which I, myself, have created. Where du...

Máquinas Salvajes VII

VII El modelo del cerebro “triúnico” propone, para explicar su evolución, una división del cerebro en tres partes interdependientes, cada una con su propio tipo de inteligencia especializada en el control de ciertos comportamientos. El mal llamado “cerebro reptiliano” es una de estas divisiones (junto con el sistema límbico, o “cerebro paleomamífero” y el neocórtex), e incluye el tronco encefálico y el cerebelo, encargados, en primera instancia, del control de los músculos, el equilibrio y las funciones autonómicas (latir del corazón, respiración). Y, según el neurocientífico Paul D. MacLean, propulsor del modelo, encargados también de los comportamientos más básicos para la supervivencia: agresividad, dominancia, ritos de cortejo, territorialidad. MacLean encuentra, a través de la neuroanatomía comparativa, que la capa más primitiva o baja del cerebro humano tiene un análogo en la estructura del cerebro de los reptiles, en la que prima, y de allí le da su nombre. Si bien numero...