El
peso de una gota de agua separa a la hoja seca de su tallo. La hoja cae en ángulo
siguiendo la curvatura del redondel rojo de una señal de STOP, que un diminuto par de ojos color almendra miran sin ver,
ocupados como están por llegar a tiempo al trabajo. El auto dobla en perfecta
segunda y cruza velozmente el puente sobre el arroyo en el que está bebiendo un
perro. A trecientos metros otro perro que también bebía del arroyo intercepta
una botella que ve flotando. Algunas gotas de líquido oscuro salen volando de
su interior cuando el perro se sacude, y su fuerte olor lo obliga a dejar la
botella no muy lejos. Una bicicleta la pasa por encima y su rueda delantera
pronto apunta perpendicularmente al arroyo. La uña de uno de los dedos gordos de
los pies de quien pedalea finalmente rompe una de sus medias. Los colores de
las medias son los mismos que los de la mochila de Dragon Ball. Dentro de la mochila, dentro de un frasco de mermelada
con agujeritos, dentro de la araña allí encerrada que salta para todos lados,
los restos líquidos de una mosca matada con un repasador se absorben rápidamente.
Dentro de una de las casas por cuya vereda pasa la bicicleta se está leyendo “La
metamorfosis” de Kafka, y el lector sopesa los pros y los contras de que Gregor
no se hubiese transformado en otro insecto, por ejemplo, una mosca, o aún
mejor, una araña. El silbido de una pava lo interrumpe y no tarda mucho en
darse cuenta de que le está poniendo azúcar al mate, cuando a él le gusta
amargo. Media hora después se debatirá entre hacer el mate de nuevo o llamar a
un amigo. Cuando finalmente decida lo segundo habrá pasado la hora de la siesta
y demandará su atención un coro de toces.
To Dylan Thomas, the bluffer. Go drunk into that dark night. Rave, rave with your self’s shadow, dance. Dance to electric, acid drums. Go drunk into that dark night alight by fluorescent wristbands. Rave against living, against dawn. Lay bare, under a dark sky, what we all are. Go to the bathroom stalls, past the raving crowd, break in line and start a fist fight. Get drunk and scarred, animal. Smile, neon bloodied, at oblivion. Rave against all lights unflickering, against all unbroken bones, against those who dance and those who don’t: be an asshole. And dance, dance electric seraph, dance, dance to acid drums.
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