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Millennial 34 (Gladiador I)

Con un golpe metálico la oscuridad devora las tribunas. Otro más y se le duerme el brazo del escudo. Otro más y la arde la cara. Otro más y al único que ve es al Otro. Consigue arrastrarse y sacudir la cabeza, para remover la oscuridad y la sangre, y se le viene encima. La espada baja contra él una y otra vez, y una y otra vez él la recibe, y la sobrevive. No es que resista por habilidad o fortuna: la espada no busca matarlo, busca destrozarlo. El Otro busca subyugarlo hasta que no quede duda de que el combate (I don't need a reason to hate you) estuvo perdido desde el principio. La espada sigue bajando como un martillo, hasta que se pierde junto con los gritos de los espectadores en un zumbido agudísimo (Cistof abuses the slow motion). El Otro le ha arrancado el escudo del brazo y se le ha sentado en el pecho. Su conciencia baila entre las capas de bronce de su casco y la empuñadura de la espada enemiga. Siente la hinchazón de su rostro contra el metal caliente, y la presión del cuerpo del bruto contra sus costillas destrozadas, y se da cuenta de la terrible verdad: va a morir. By Jupiter's cock! ¡Está por morir! No, no, no, no, no…

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Máquinas Salvajes V

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